QUE NO NOS DESVÍEN LA MIRADA
Les cuento a mis queridos alumnos/as que cada persona cuando nace participa en el juego de la vida con un boleto de tres números. El primero corresponde a los padres que te tocan, el segundo al lugar de nacimiento y, el tercero, a su propia genética. Unos padres que amen y protejan a sus niños y niñas es el mejor seguro de vida para sus descendientes. ¿Cuántas criaturas no podrán ser acunados, abrazados, amamantados, besados,… por una madre o un padre? Muchos niños y niñas en este país crecen en centros de menores, sufriendo la irreparable frialdad que conlleva estar institucionalizado. El boleto del nacimiento me hace preguntarme cuántos niños y niñas están muriendo en este mismo instante por haber nacido en lugares como el Cuerno de África, cuántos jóvenes valientes, decididos e inteligentes se ven obligados, por el empobrecimiento que padecen los países del llamado Tercer Mundo, a emprender el éxodo hacia el Norte. Muchos de ellos/as verán truncados sus sueños en el camino. Y, p