Gregorito
Gregorito comenzó el pasado 10 de septiembre su primer curso de primaria. Su madre lo dejó, como viene siendo habitual, en las puertas de su colegio público con muchas dosis de ilusión, de alegría por volverse a encontrar con sus compis y, como es natural, de inquietudes ante lo nuevo por conocer. Gregorito tiene la fortuna de no ser uno de los dos millones de niños/as de nuestro país en padecer el empobrecimiento social. El no tendrá que depender de la asistencia social para disfrutar de una adecuada nutrición. Tampoco pasará frío este invierno gracias a los medios económicos de su familia, que le asegura un confortable hogar para poder vivir y desarrollarse como sería lo deseable para cualquier niño/a. La vida le ha dado a Gregorito, para su buena crianza, una madre y un padre que lo aman y lo cuidan, unos medios que le brindan todas las posibilidades para su crecimiento y una capacidad personal que le permitirá alcanzar las destrezas necesarias para su futura formación como pe...