Su delito, buscarse la vida
Abdul procede de una zona empobrecida de la ribera árabe. Puso sus ilusiones en la frontera norte mediterránea para conseguir una calidad de vida que le permitiera ayudar a su familia. Se buscó la vida a costa de poner en peligro la suya, como lo han hecho centenares de niños y jóvenes del continente africano, cruzando el Estrecho en una patera. Llegó a Córdoba y encontró cobijo en un centro de menores. Al estar cercano a la mayoría de edad, salió de él sin nada resuelto, ni siquiera pasaporte de su país. Sin el número de pasaporte no puede empadronarse ni afiliarse en el centro de salud. Actualmente está a punto de que el consulado marroquí de Sevilla le entregue la citada documentación. Ha hecho varios cursos, tiene un comportamiento ejemplar y, después de año y medio, está familiarizado con la ciudad. El pasado 10 de mayo cuando iba por la calle buscando un nuevo alojamiento donde vivir, en compañía de un amigo, se acercaron unos policías vestidos de paisano y le pidieron la d...