Andalucía, tierra y cultura
Amanecía el esperanzador 28 de febrero de 1980 cuando con algo más de veinte años me dirigía al barrio cordobés de las Moreras para estar en una mesa electoral. Las Moreras de los años ochenta estaba habitado por familias humildes que vivían en pequeñas casas “portátiles”, aquellas casas “provisionales” que acogieron a varias generaciones. Una abuela gitana del barrio, enlutada, de pelo blanco y un moño perfectamente recogido, fue a votar. Ante la urna, el presidente de la mesa le pidió el carnet de identidad con la mala suerte que se le había olvidado. Se marchó a duras penas ante su falta de movilidad. Lo mejor del día fue cuando poco antes de cerrar el colegio electoral, María se presentó renqueante con carnet en la mano y papeleta para votar por su Andalucía, por su tierra y su gente. Ese instante representó para mí lo mismo que aquel domingo 4 de diciembre de 1977 cuando con la blanquiverde participé en la multitudinaria manifestación de Córdoba para exigir al Gobierno que nos r...