LA MEZQUITA, 30 AÑOS DE LUZ
El evangelista Lucas
nos dice que "nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay
escondido que no llegue a saberse. Por eso, lo que digáis de noche; se repetirá
a pleno día, y lo que digáis al oído en el sótano, se pregonará desde la
azotea" (Lc 12, 2-3).
Según cuenta un texto
en árabe, cuando el lugar donde se ubica la Mezquita era una gran hondonada,
Salomón, el hijo de David, pasó por Córdoba e hizo alto frente a ella. Al
verla, dijo a los genios: "Rellenad y nivelad este lugar pues aquí se
alzará un templo en el que se rendirá culto al Altísimo". Con el tiempo se
cumplió la profecía, construyéndose uno de los mayores templos de la humanidad,
cuya luz resplandeciente llega a todos los rincones de la Tierra.
La Unesco, hace mañana
domingo justamente 30 años --2 de noviembre de 1984--, le concedió este
merecido reconocimiento universal. La Mezquita de Córdoba encabezaría la lista
de los primeros cinco monumentos del Estado español declarados patrimonio
mundial de la humanidad. Diez años más tarde extendió esta denominación a gran
parte del casco histórico por su gran riqueza monumental, conservando grandes
vestigios de las épocas bético-romana, hispano-bizantina, visigoda, andalusí,
sefardí y castellana.
A lo largo de los
siglos, reyes, eclesiásticos, artistas y, sobre todo, el pueblo de Córdoba han
sabido conservar y transmitir esta luz, que es fuente de interculturalidad e
interreligiosidad. Un momento histórico de especial trascendencia aconteció
cuando el pueblo de Córdoba encabezado por su corregidor, Luis de la Cerda,
defendió a su más glorioso monumento de la demolición, como pasó con la
Mezquita aljama de Sevilla, y que como piedra Rosetta guarda celosamente el
devenir de toda nuestra memoria histórica, nuestro código genético. Tanto es
así que ningún obispo, hasta la presente, se ha atrevido a sentirse propietario
de la Mezquita-Catedral. Un ejemplo evidente lo tenemos en 1985 cuando el entonces
obispo de Córdoba José Antonio Infantes Florido le envía una carta a Julio
Anguita, alcalde de Córdoba, en la que reconocía que solo se sentía
"custodio" del monumento y no propietario como en estos últimos años
vienen defendiendo los últimos prelados.
Desde hace 15 años los
obispos cordobeses, con sus interesados actos, pretenden apagar esa luz.
Quieren que regresemos a la caverna oscura del fundamentalismo religioso
impidiendo sonar las finas cuerdas del violinista Yehudi Menuhin bajo los arcos
de la Mezquita por ser judío, prohibiendo rodar las escenas de la película El
reino de los cielos por ser pagana, censurando a bailaoras en la noche
blanca del flamenco por ser sensuales, o talleres que muestran estudios
científicos sobre la ética por no emanar de la moral católica... Más aún,
mientras niegan la verdadera historia del universal monumento, imponen textos
catequéticos para la visita nocturna, eliminan el nombre oficial del monumento
llamándolo solo catedral, no hay la más mínima transparencia económica en la
gestión del monumento, se permiten hacer todo tipo de actos al margen de la
Administración pública competente, como si aún viviésemos en el más rancio
nacionalcatolicismo; y para colmo, pretenden hacerse dueños del mismo.
Mientras tanto, cabe preguntarse
cuál es la postura de los que deben velar por el bien público. El Gobierno del
país está haciendo lo indecible para que la Iglesia católica se adueñe del
patrimonio histórico-artístico. La máxima responsable de la Junta de Andalucía
sigue permitiendo que la caverna siga proyectando su larga sombra sobre el
simpar edificio. El gobierno municipal está alineado con los intereses privados
de la jerarquía católica, muy alejado de aquél cabildo municipal que en el
siglo XVI se puso al lado de su pueblo para defender la Mezquita. La
Universidad calla, otorga y rinde pleitesía. Prueba de todo ello es que ninguna
institución pública ha organizado acto alguno que conmemore la celebración del
30 aniversario de la declaración de la Mezquita como Patrimonio Mundial de la
Humanidad. Seremos los/as ciudadanos/as quienes pongamos en valor tal
celebración.
* Profesor y portavoz de la Plataforma
Mezquita-Catedral, patrimonio de todos/as
Comentarios
Publicar un comentario