¿CUÁNDO SALDREMOS DEL HASTÍO?
Es fácil condenar socialmente a los políticos cuando se muestran incapaces de resolver la crisis económica y, más, si bajamos a nuestra realidad más cercana que nos presenta a 30.000 personas sin empleo, 13.000 padeciendo la lacra de la exclusión social y a 1.000 mujeres, de ellas el 90% inmigrantes, prostituyéndose como medio para buscarse la vida. Ante este panorama tenemos dos caminos: caer en el desánimo y compadecernos de lo mal que estamos, lo que nos lleva a la impotencia; o plantar cara como ciudadanos desde nuestra pequeña parcela de responsabilidad. Declaraciones como las que hizo ayer el presidente de la CECO de que le dan ganas de cerrar su empresa y llevársela a otro sitio, muy propio de la idiosincrasia cordobesa, sólo provocan una mayor desconfianza y recelo a esta ciudad. Una enfermedad se vence con un buen diagnóstico, seguido de un eficiente tratamiento. Conocemos muy bien su diagnóstico pero no llegamos a tomar medidas para salir del estado crónic...