Signo de poder o de convivencia
La Mezquita-Catedral de Córdoba fue declarada patrimonio mundial de la humanidad por ser símbolo de convivencia en un mundo en que las violaciones a los derechos humanos son incesantes. No hay mejor lugar en Europa para generar dinámicas inclusivas, de confianza y diálogo, que ayuden al encuentro entre las personas que profesan diferentes religiones o pertenecen a distintas culturas. La humanidad está necesitada de espacios simbólicos de paz y fraternidad. El corazón de nuestra ciudad, la Mezquita, convertiría a Córdoba en la capital de la convivencia. Este anhelo choca frontalmente con los tres últimos obispos de Córdoba que, muy lejos del espíritu del Papa Francisco, han puesto toda su voluntad en hacer ver que hasta el solar que ocupa la Mezquita les pertenece. El deseo de apropiarse del monumento comienza en 1998 cuando el Obispado edita un folleto de mano en el que la denominación de Mezquita-Catedral ha sido eliminada. A ello le han sucedido una serie de hechos que el Obisp