UN SIGLO Y MEDIO DE LOS “SUCESOS DE MONTILLA
Juan
Díaz del Moral en su obra Historia de las
agitaciones campesinas andaluzas recoge los “Sucesos de Montilla”. Una
ciudad de la Campiña cordobesa conocida por sus generosos vinos, dominada y
controlada por la oligarquía rica y monárquica de aquella época. Estos
terratenientes disponían de un grupo organizado de hombres, denominados “La
Partida de la Porra”, para el control de sus propios intereses. Esta banda se dedicaba
a impartir su “particular justicia” similar a una fuerza paramilitar. Su
peculiar castigo consistía en dar cuarenta garrotazos al que infringiese alguna
norma impuesta por las familias adineradas de la localidad. Llegaron al extremo
de apalear a un niño por llevar una carga de aceitunas sin la licencia
correspondiente, se ensañaron con él de tal manera que falleció a los pocos
días. Otro singular caso fue el de una mujer cuyos gritos desconsolados se
escucharon en la lejanía para impedir el apaleamiento. Llegarían a asaltar
continuamente el casino republicano, sacando a personas por la fuerza para
ajusticiarlos con el consentimiento de las autoridades locales.
Cuando
abdicó Amadeo de Saboya el 11 de febrero de 1873, proclamándose la Primera
República, la noticia llegó a Montilla al día siguiente causando un gran revuelo.
Los republicanos intentaron organizar una Junta Local para la administración del
municipio, pero las masas populares agredidas por la fuerza bruta de la “Partida
de la Porra” no aceptaron ningún tipo de autoridad, tomándose la justicia por
su mano. Publicaron un bando en el que se recogía que todas las armas de la
ciudad se depositasen en el Ayuntamiento, además de cercar las entradas y
salidas del pueblo. A las pocas horas hicieron un recorrido por las casas de
los ricos y de los representantes políticos, sustrayendo previamente petróleo
de los comercios con la intención de provocar incendios. Asaltaron la casa del
alcalde y la del Administrador del Impuesto de Consumos causando varios muertos
durante el tumulto, entre ellos el terrateniente más rico de la localidad,
Francisco Solano Rioboó, y prendieron fuego al Registro de la Propiedad. Todos
estos sucesos fueron narrados y presenciados por Rafael Requena Salas en su
obra Diario de mi vida pública.
La guardia civil se acuartelaría al no tener
efectivos suficientes, y por temor a las represalias al no haber intervenido
contra los abusos de la “Partida de la Porra”. Esperarían al ejército que
llegase desde Córdoba para sofocar la rebelión. Tras aquellos acontecimientos,
fueron detenidos obreros y sindicalistas montillanos, lo que provocó que
algunas personas contactaran con la Primera Internacional para su defensa,
aunque según el transcurso de los hechos no da pie a pensar que estuviesen
organizados. El motín o sucesos de Montilla parece ser más causa de la
indignación del pueblo ante los abusos de poder que de un planteamiento
ideológico socialista, que reivindicase una serie de derechos. Posiblemente la
única excepción fuese la quema del Registro de la Propiedad como sucedió en el
pueblo sevillano del Arahal en 1857, acto simbólico que implicaba un borrón y
cuenta nueva para el reparto de la propiedad.
Algunos
detenidos fueron a presidio hasta la celebración del juicio, que tuvo lugar en
1888. Mientras buscaban apoyo en la sección española de la Primera
Internacional el partido republicano se desentendió de ellos. Algunos acusados
fueron proclamados inocentes por el tribunal.
Estos
sucesos demostraron el hartazgo considerable que había padecido la población
empobrecida, maltratada por el poder de una oligarquía terrateniente que
abusaba del pueblo humilde e indefenso, considerándolo esclavo sin ningún tipo
de derechos.
Estos tumultos tuvieron su reflejo
en otros pueblos de la Campiña cordobesa como Aguilar de la Frontera, donde
también hubo desórdenes y levantamientos durante esa semana de febrero de 1873. Un reguero de acontecimientos se sucedería
por toda Andalucía dando lugar a un proceso revolucionario que terminaría con
la proclamación de los Cantones Independientes meses más tarde.
Córdoba,
18 de febrero de 2023
Miguel Santiago Losada
Profesor y escritor
Comentarios
Publicar un comentario