La Mezquita es arte bizantino y “los moros” solo pagaron las obras
La Mezquita es arte bizantino y “los moros” solo pagaron las obras
(Demetrio Fernández,
Obispo de Córdoba)
El
escrito lleva por título las palabras con las que se despachó sin ningún tipo
de sonrojo el actual obispo de Córdoba para referirse a la Mezquita. Los últimos
relatos acuñados por el Cabildo catedral y el Obispado pretenden hacer ver que
la Mezquita de Córdoba fue un simple paréntesis en la historia de la Catedral,
anterior a la construcción islámica y volviendo a su estado original a partir
de la conquista castellana.
La Jerarquía católica minusvalora el
monumento
arquitectónico más importante del islam occidental, uno de los principales
referentes del Paradigma Córdoba y Patrimonio de la Humanidad, tergiversando la
historia, haciendo creer que al-Ándalus fue un simple paréntesis histórico,
siguiendo las tesis de la ideología nacionalcatólica, que habla de
reconquistas, repoblaciones, inquisiciones, de una única nación verdadera
abrazada a la cruz. El nacionalcatolicismo, como una ideología
rigorista, ultracatólica y excluyente, ha tenido y tiene el firme propósito de
diluir la verdadera historia andalusí, adaptándola a los intereses religiosos e
ideológicos por encima de criterios científicos y hermenéuticos. Que en
la Mezquita esté la Catedral es una realidad histórica incuestionable, lo que
no implica que el Obispado y Cabildo catedral de Córdoba pretendan con estas
falsas argumentaciones ser los propietarios y gestores del universal monumento.
Con la participación de
las administraciones y entidades públicas se vienen desarrollando en Córdoba
una serie de exposiciones y congresos, utilizados cada vez con mayor disimulo,
con la intención de minusvalorar nuestro gran legado andalusí. Córdoba fue Tartésica,
capital de la Hispania Ulterior y de la Bética, capital de la Spania bizantina,
ciudad destacada en los reinos visigodos, nadie pone en duda su gran historia y
legado cultural. Lo que sí es extraño, y hay que estar ojo avizor, es de la excesiva y obsesiva necesidad de
promulgar la hipótesis de que en el lugar donde se levanta la Mezquita se ubicó
la basílica de San Vicente, la supuesta Catedral de Córdoba, utilizando todos
los medios para desviar la mirada del gran acervo arábigo-andalusí.
Además
de utilizar las naves de la Mezquita para exposiciones religiosas encaminadas a
imponer el discurso de Catedral, durante los últimos años se vienen
desarrollando en Córdoba congresos mozárabes y en el presente están programadas
dos exposiciones: “De Bizancio a Córdoba: el legado de los griegos en las
bibliotecas cordobesas” (muestra repartida en tres sedes: Mezquita-Catedral,
Biblioteca diocesana e instituto Séneca), y la gran exposición que mostrará el
proceso de cristianización de Córdoba (“Cambio de era. Córdoba y el
mediterráneo cristiano”) desarrollado desde final del Imperio Romano hasta la
llegada del islam. Más de 200 obras procedentes de los Museos Vaticanos y de
Cartago, entre otros, será el contenido expuesto en el Centro e Creación
Contemporánea de Andalucía (C3A), la Sala Vimcorsa y la primitiva Mezquita de
Abderramán I (en este lugar emblemático se expondrán materiales del museo de
San Vicente, y se dará cuenta de las importantes excavaciones efectuadas en el
Patio de los Naranjos con la intención de utilizarlos
en el relato impulsado por la Jerarquía católica de la supuesta basílica
de San Vicente).
Aludiendo a lo anterior
el artista residente en Córdoba José María Báez se ha referido a la exposición
como una “estrambótica catequesis”, llegando a calificarla como “manipulación
histórica por parte de la Iglesia católica (…) Baste como ejemplo local el
persistente ninguneo que reciben los alardes y la tecnología islámica que
acabaron conformando la asombrosa fábrica de la Mezquita”. Sorprendiéndole al
artista que la exposición haya sido apoyada y financiada en exclusividad por el
Ayuntamiento de Córdoba.
Esta magna muestra, organizada por el Ayuntamiento de Córdoba y la
colaboración del Cabildo catedral y la Junta de Andalucía, pretende
resaltar la nueva religión del Mediterráneo, el cristianismo, durante los
siglos V y VI, coincidiendo con la llegada de los visigodos, autores de la
supuesta basílica de San Vicente. Destacar la figura del emperador bizantino
Justiniano será el pretexto para resaltar que el solar donde se levantó la
Mezquita ya estaba consagrado por la religión cristiana. Esta muestra, según
los autores, será “una oportunidad única para descubrir la época que constituyó
los cimientos de la Europa Medieval”. Olvidan intencionadamente, entre otras
muchas cosas, que nuestro gran filósofo Averroes fue el artífice que recuperó
el conocimiento griego (Aristóteles) para Europa en el siglo XII, o que el
legado de Albucasis supuso una revolución para la cirugía del siglo X,
considerado el padre de a cirugía europea, o que Ibn Firnás está considerado el
padre de la aeronáutica, o que el músico Ziryab fue el precursor de refinadas
costumbres orientales en Europa, o que Abderramán III, junto al emperador
bizantino Porfirogeneto y el emperador germánico Otón I, fue el gran estadista
de la Europa del Siglo X. Es aún más intencionado el olvido de destacadas mujeres
de la época que supusieron una revolución en sus obras, pensamientos y actos,
como el caso de la princesa Walada o de la intelectual Lubna, que llegó a
desempeñar un cargo de alta responsabilidad en la corte del califa al-Hakam II.
La Mezquita de Córdoba
fue declarada patrimonio mundial por la Unesco en 1984, entre otras razones,
por su singular mestizaje de culturas y religiones. Su arquitectura es un
ejemplo universal de la interculturalidad y la interreligiosidad. Pierre
Guichard (2013, p. 10), historiador hispanista de origen francés especializado
en al-Ándalus, refiriéndose a la Mezquita, la compara con un símbolo-faro: “El
símbolo del sólido asentamiento en Córdoba de la dinastía omeya es
evidentemente la edificación de una gran mezquita que de entrada aparece como
un monumento faro del arte musulmán”. Para el arquitecto
suizo Jacques
Herzog (El País, 30-07-2015), creador
del Tate Modern de Londres y premiado en
el año 2001 con el Pritzker, la Mezquita
de Córdoba es el edificio más interesante de Europa. Admira “lo
que llegaron a inventar los musulmanes (…), innovaron haciendo un espacio sin
jerarquías”. Se preguntaba: “¿Cómo inventaron un espacio tan alucinante?”,
dándole a la Mezquita de Córdoba un valor de espacio horizontal no
jerarquizado, a lo que él le llama “democrático”.
A pesar de todo,
Córdoba es la “Mezquita que llevamos dentro”, como dice la composición musical
que canta las reivindicaciones surgidas a raíz del manifiesto auspiciado por la
plataforma ciudadana “Mezquita-Catedral, patrimonio de tod@s” y respaldado por
400.000 personas de todo el orbe.
Córdoba,
24 de diciembre de 2022
Miguel Santiago Losada
Profesor y escritor
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