ASIGNATURAS PENDIENTES
Llegó
un nuevo curso y con él un deseado cambio de estación meteorológica. Atrás
quedó el verano con un preocupante aumento en la superficie quemada por los
incendios, con un elevado número de muertes a causa del Covid a pesar de la
vacunación cada vez más extendida, con demasiadas familias que sufren la
pobreza energética y todo tipo de penurias, con un recibo de la luz que sigue
aumentando injustamente las ganancias de las eléctricas a costa del bolsillo de
los contribuyentes. Nuestros mares siguieron cobrándose vidas de migrantes
desesperados por alcanzar un medio digno para vivir, mientras la judicatura
paró la expulsión de centenares de menores migrantes de Ceuta por atentar
contra le Ley del Menor, poniendo en evidencia la política del ministro Grande
Marlaska.
Desde
Afganistán nos llegó la noticia de la retirada de las tropas de Estados Unidos
y la toma del poder de los talibanes, provocando otro éxodo y el aumento de las
violaciones a los derechos humanos, principalmente para las mujeres y niños.
Córdoba, hasta el momento, es la provincia que más personas ha acogido
procedentes de este dantesco drama. Un nuevo episodio de la política
internacional del llamado Primer Mundo, preocupado por sus intereses económicos
y estratégicos, sin importarle el destino de la población desprotegida y
empobrecida. ¿Quién carga con la nefasta política que ha dejado miles y miles
de muertes en territorios como Libia, Siria, Irak, causando millones de
desplazamientos? Solo importan los negocios manchados de manos sucias y
demasiadas veces de sangre, negocios basados en la carrera armamentística, en
el tráfico de drogas (como el mercado de opio en Afganistán), en la
prostitución que alcanza a miles de niños y niñas de los llamados países del
Tercer Mundo. Sin duda hay que señalar a los talibanes, a los dictadores, a los
traficantes de personas y estupefacientes. Sin embargo, habrá que preguntarse: ¿quién
señala a los que respaldaron en su momento a los talibanes para defender sus
intereses geoestratégicos?, ¿quién señala a los que auparon a Sadam Husein y
luego lo derrocaron según las conveniencias de cada momento?, ¿quién truncó la
esperanzadora primavera árabe?, ¿quién está detrás de todas estas calamidades y
destrozos humanos?
La
gran asignatura pendiente para todos estos terribles dramas de la humanidad consiste
en terminar con tanto crimen y violación a los derechos humanos, y buscar
soluciones basadas en una política internacional que apueste por la justicia
social, la eliminación de las grandes desigualdades a escala mundial y la
inaplazable protección del medio ambiente.
Bajando
a nuestras calles, a nuestros barrios, a nuestra ciudad cabe preguntarse si
seguiremos un año más en el furgón de cola de los indicadores económicos del
país. Lo veremos en los Presupuestos Generales del Estado y de la Junta de
Andalucía. ¿Cuántos fondos de recuperación europeo vendrán para Córdoba, una de
las provincias más deprimidas de la UE?, ¿se terminará con la diáspora de
nuestros jóvenes talentos a Europa?, ¿se invertirá en formación y empleo para
miles de personas que viven en el cinturón de barrios empobrecidos de nuestra
ciudad?, ¿se apostará por la vivienda social?
Esperemos
activa y críticamente que estas políticas sociales den un paso importante hacia
adelante a corto plazo, para ir dando solución a las carencias que afectan
especialmente a la población más empobrecida y excluida. No olvidemos que como
ciudadanía tenemos mucha responsabilidad y un imprescindible papel en ello,
generando propuestas, participando en el espacio social y laboral en el que
cada persona nos desenvolvemos, denunciando lo incumplido por los responsables
políticos.
Córdoba,
15 de septiembre de 2021
Miguel Santiago Losada
Profesor y escritor
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