HITOS ANDALUCISTAS EN CÓRDOBA
Recordar y conmemorar son
acciones muy importantes para el desarrollo y madurez de un pueblo. Andalucía
es una de las autonomías pertenecientes al grupo de las nacionalidades como
Cataluña, País Vasco y Galicia. El pueblo andaluz puesto en pie el 4 de
diciembre de 1977 consiguió este reconocimiento, causando el acceso al proceso
autonómico por el artículo 151 de la Constitución. Esto no fue un regalo del Gobierno sino la
lucha del pueblo. Merece la ocasión recordar algunos de los hitos históricos
del andalucismo en nuestra ciudad.
El Pacto Federal andaluz
se constituyó en Córdoba, el 10 de junio de 1869, en el salón de la Fonda Suiza, ubicada en la actual plaza
de las Tendillas. Tuvo como origen la Revolución de 1868, llamada la Gloriosa, cuyo caldo de
cultivo se debió a un pueblo gravemente lesionado por el poder ejecutivo
favorecedor de la oligarquía y la corrupción. Las sesiones del Pacto Federal andaluz
culminaron el 12 de junio de 1869 con la firma de dicho Pacto Federal y con su
presentación pública en la Plaza de la
Corredera de Córdoba, engalanada para la ocasión con un gran arco de
entrada con la enseña: Libertad, Igualdad y Fraternidad. Este movimiento
republicano-federal irrumpiría con la insurrección cantonal andaluza en 1873
que, según
el profesor Acosta Sánchez, fue “el experimento anticentralista más radical
puesto en práctica en el Sur”. El golpe de Estado del general Pavía terminaría
con el sexenio democrático (1868-1874).
En 1900 Andalucía padecía
de un latifundismo, crónico y endémico, que mantenía empobrecido a un pueblo
mayoritariamente analfabeto. Además, la desindustrialización se acentuaba cada
vez más en este tiempo, distanciándose de las regiones más favorecidas por los
Gobiernos de Madrid: la cantábrica y la catalana. Ello dio lugar a la agitación
social en Andalucía, llamado “trienio bolchevique” (1918-1920). El 17 de
febrero de 1919 se escuchó por primera vez el grito de “¡Viva Andalucía Libre!”
en una gran manifestación de jornaleros y obreros (unas 12.000 personas), que fue
recogida por el historiador Juan Díaz del Moral. Partió de la calle San Fernando para dirigirse hasta
el Gobierno Civil. El profesor Antonio Barragán, nos cuenta como: “aquella
manifestación, a la que se le llamó crisis de la subsistencia, tuvo dos
motivaciones: intentar hacer ver que las condiciones de vida de los cordobeses
eran precarias, la gente no tenía qué echarse a comer, los alquileres eran
altos y los salarios estaban estancados, y rechazar el caciquismo”.
La
Asamblea Regionalista de Córdoba se celebró entre los días 23 al 25 de marzo
1919 en la sede del Centro Obrero Republicano de Córdoba, ubicado en el Paseo Gran
Capitán, 13 (hoy
se corresponde con el inmueble nº 9, lindando con el antiguo Banco de España),
como ha investigado el historiador Francisco Acosta Ramírez. Se localizaba
entre lo que fue el gran Cine, también denominado cine Ramírez, y el hotel
Oriente. Va a suponer la adopción definitiva de posturas obreristas y el paso
determinante del regionalismo al nacionalismo: “Andaluces: Andalucía es una nacionalidad
porque una común necesidad invita a todos sus hijos a luchar juntos por su
común redención”. El actual Estatuto de Autonomía de Andalucía se
remite a este manifiesto para justificar la expresión realidad nacional que
aparece en el preámbulo del mismo.
La IIª República abría el camino a
las autonomías. La Asamblea de Córdoba del 29 al 31 de enero de 1933,
tuvo como fin primordial elaborar y aprobar, en su caso, el
esperado proyecto de Estatuto de Autonomía de Andalucía. A las 12 de la mañana
del 29 de enero de 1933, en la sede del Círculo
de la Amistad de Córdoba, se iniciaba la Asamblea, siendo la intervención
de Rafael Castejón una de las más brillantes. Su discurso concluiría con las
siguientes palabras: “Queremos la libertad dentro de las normas del derecho
para administrarnos nuestra casa”. Cerró Blas Infante, quien tras perfilar un
recorrido por el pasado histórico andaluz, insistió en aunar voluntades en pro
de una afirmación autonomista: “Andalucía aspira a constituirse en región
autónoma para poder resolver con toda amplitud posible sus problemas y en
primer lugar el de la tierra, solucionar el paro, modificar la ley agraria,
establecer centros culturales y poder arbitrar recursos para llevar a cabo
estos fines”. Moriría fusilado tras el golpe de Estado de 1936.
Con la
llegada de la democracia, el clamor popular por una Andalucía ¡Viva y Libre!
vuelve a las calles. El 4 de diciembre de 1977 todo estaba listo para la
manifestación en Córdoba: 40.000 carteles, un millón de
octavillas, 500 metros de bandera, banderitas y otros materiales para repartir.
El Ayuntamiento se encargó de engalanar toda la ciudad con los colores de la
bandera andaluza y tanto el Consistorio como la Diputación y el Obispado de la
ciudad expresan su adhesión a la jornada. La manifestación congregó alrededor
de 100.000 personas y partió de la glorieta de la Media Luna, transcurrió por
las vías céntricas de la ciudad, hasta llegar a la Plaza de las Tendillas. Fue la causa de la celebración del referéndum
del 28 de febrero de 1980 para que el pueblo andaluz dijera sí mayoritariamente
a la autonomía plena para nuestra tierra.
Qué sirva este recuerdo
de siglo y medio de historia de nuestra patria andaluza para no perder nunca
nuestra memoria como pueblo. Solo así no olvidaremos nuestras señas de
identidad.
Córdoba,
21 de febrero de 2021
Miguel Santiago Losada
Profesor y escritor
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