MUJERES CON MAYÚSCULAS
Actividades como estas nos abren la
ventana de nuestras entrañas para ver y contemplar a:
Mama Dolores que pide que el llanto y la pena no le ganen la partida.
Lichi que pide nuestra complicidad sin despojarla de sus raíces.
Antonia la Húngara , claro ejemplo de resistencia a través de los
surcos de su cara.
Pilar que quiere que la miremos como nos mira, de frente.
Ramona que sólo busca ternura y respeto.
Mama Isabel está cansada de que queramos saber de ella más que ella misma.
Actividades
que nos muestran la realidad tal cual es: desvelando el sufrimiento y la
deshumanización de mujeres empobrecidas, que aún lo tienen más difícil cuando
pertenecen de una etnia o cultura minoritaria.
Actividades
que aportan un granito de arena a la comprensión y al ejercicio de una
ciudadanía solidaria y responsable.
Precisamente
en este contexto de lucha social, en la Calle Torremolinos , me encontré con mujeres como las aquí
presentes, “canela pura”:
Yolanda, en los talleres con nenas de la C / Torremolinos ¡Cuánta paciencia!
Fali, luchadora incansable en Palmeras ¡Cuántas alegrías y lágrimas!
Y de la mano de ellas a Transi, mujer comprometida con su
pueblo, y a Carmen, conocedora de la
política social y agente activa de la misma.
Ellas
son un libro vivo de interculturalidad. Tenemos la suerte de que a través de
nuestros ojos y oídos podamos acercarnos a este ejercicio de navegar entre
culturas.
Termino con un
recuerdo a la Mora : “después de tanta historia, tantos
caminos, tanta crianza, sólo espero tu respaldo, aun si algo no comprendes”.
Córdoba,
4 de marzo de 2009.
Miguel Santiago Losada
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