EL DÍA A DÍA, UNA DURA REALIDAD
Córdoba padece una grave bipolaridad. Por una parte, presenta síntomas de ser una ciudad con unos niveles de vida medios o altos, y, por otra, manifiesta una depresión social, afectando a miles de habitantes que viven en barrios con altos índices de empobrecimiento y exclusión social. Son precisamente las mujeres de estas capas sociales las que más buscan empleo para mejorar la situación de sus familias, mujeres trabajadoras, verdadero motor de su unidad familiar. Por su bajo nivel formativo, sus principales ocupaciones se ciñen al cuidado y a la limpieza, empleos muy sacrificados, poco reconocidos y mal remunerados. Empleos precarios que no entienden ni de días, ni de horas, y que exigen una disponibilidad total, de lunes a domingo y mañana, tarde o noche. La mayoría de estas mujeres malviven, manteniendo a sus familias con menos de 500 euros al mes. Las menguadas pensiones de los/as abuelos/as de estos barrios suponen algo de respiro para ellas. Junto al grave problema del desemp