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¡Cese el exterminio!

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¡Cese tanta muerte en la frontera y tantas vidas ahogadas, cese tal exterminio! Como  Comunidades Cristinas Populares de Andalucía , seguidoras del Evangelio de Jesús de Nazaret, queremos manifestar nuestra  indignación por la política  que se está llevando a cabo con los migrantes que llegan a la UE, una política a todas luces que viola continuamente los derechos humanos de aquellas personas que quieren alcanzar una vida más digna, las personas migrantes procedentes de los pueblos más empobrecidos y ultrajados de la tierra. Se nos viene a la mente y al corazón aquellas palabras del Maestro:  “ Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.  Porque fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis”. (Mt 25, 41.43). Mientras el Jefe del Estado veranea en el Palacio de Marivent en Palma de Mallorca y el Presidente del Gobierno en

DOS CORAZONES, UN OBJETIVO

Al arzobispo de Tánger, Santiago Agrelo, y al joven migrante Mamadou  la vida los llevó por senderos marcados por la búsqueda de los derechos humanos. El primero por defenderlos, el segundo por buscarlos desesperadamente. Santiago Agrelo llegó a Marruecos hace doce años sin saber lo que le esperaba en el país vecino: "choqué de frente con la migración, que era algo nuevo para mí". Con el tiempo y desde la lucidez que da la realidad llegó a decir que "no es lo mismo leer el Evangelio en una catedral que en una patera. Y yo intento leerlo en la patera para siempre". Mamadou nació en Congo hace veinte años. Al poco de nacer, su madre falleció cuando aún era un niño debido a una enfermedad cardiovascular. Antes de morir lo confió a su familia materna. Un ataque de los paramilitares acabó con la vida de su tía y de su abuelo.  Santiago Agrelo en sus doce años de arzobispo en Tánger recuerda los testimonios de los migrantes con los que el destino le ha unido: “s

EN EL CORAZÓN DE LA PATERA

Mientras asistimos al lamentable espectáculo entre los partidos políticos para conformar gobierno, personas migrantes seguirán muriéndose en el mar por ejercer el derecho a buscarse una vida digna. Mientras tales partidos se enzarzan en la defensa de sus propios intereses, liderada por el que tiene la gobernabilidad del Estado, la frontera norte-sur es y será una de las páginas más trágicas e inhumanas del siglo XXI, por donde se desangra la humanidad y se violan permanentemente los derechos humanos. Es lamentable ver como el Gobierno del PSOE amenaza con criminalizar a cualquier persona dispuesta a salvar en un naufragio a migrantes empobrecidos y desamparados. No le importa lo más mínimo mirar hacia otro lado ante la muerte de un chavalito marroquí, de tan solo 18 años, por malos tratos en un centro de menores de Almería, o de una nueva muerte en el Centro de Internamiento para Extranjeros de Valencia. Estas noticias no merecen ni un minuto, ni un segundo de la atención del Gobie

PLAZA DE LOS DERECHOS HUMANOS

Paseaba por la Ribera cuando, al paso de un autobús de la línea 7, oí comunicar a sus pasajeros que se dirigían a la plaza de los Derechos Humanos. Me llenó de satisfacción que la plaza central de uno de los barrios obreros de Córdoba por excelencia tuviese tal denominación. El barrio ha recibido su propio Óscar o su propio Goya, hablando en argot cinematográfico, pero esta vez, en lugar de estatuillas, han sido placas con el nombre de Derechos Humanos las que lucen airosas por los cuatro costados de la plaza.             Buen nombre para un barrio cuyos vecinos sufrieron durante la posguerra la ausencia de los Derechos Humanos, o lo que es lo mismo, vivienda digna, empleo, educación, formación, promoción de la mujer, salud. La situación de la mayoría de la población española después de la guerra era prácticamente de miseria. El régimen franquista se vio obligado a desarrollar su beneficencia a través de una serie de actuaciones al objeto de dotar de techo a miles de personas tr

RELIGIÓN ENTRE ELECCIONES

Cuando una persona    lee en una hojilla parroquial cómo se dirige el voto a formaciones políticas no sólo de derechas, sino incluso de extrema derecha, por motivos morales como el aborto, la homosexualidad, o por motivos políticos como la unidad nacional…; cuando uno ve al Obispo de la Iglesia católica de Córdoba alegrarse ante los resultados de las elecciones andaluzas del pasado diciembre y no manifiesta la misma satisfacción ante los resultados del pasado 28 de abril, uno se para   a analizar y se da cuenta de que la jerarquía católica española, en su mayoría, está anclada en un poder aliado con los sectores políticos más conservadores, poniendo todos sus medios al servicio de dichas políticas retrógradas, que en muchos casos no respetan las declaraciones sobre los derechos humanos suscritas por los Estados miembros de las Naciones Unidas. El Estado de la Ciudad del Vaticano está entre los últimos lugares de la lista de Estados a nivel mundial en cuanto a los compromisos en

LAS PALMERAS, OTRO BARRIO ES POSIBLE

Las Palmeras, barrio situado al noroeste de la ciudad, habitado por unas dos mil quinientas personas   mayoritariamente jóvenes, tuvo su origen en los años 60, al igual que el barrio de Moreras, para albergar   a la numerosa población distribuida por diferentes zonas de la ciudad sin una vivienda digna. Muchas de esas familias vivían en auténticos chozos esparcidos por la zona sur de la ciudad, como la zona del Arcángel o Miraflores, e incluso a las afueras de barrios en expansión como ocurrió en Ciudad Jardín, donde llegaron a fabricar chabolas en lo que hoy conocemos como avenida de Manolete. Fue la consecuencia del aumento de la población de la ciudad a pasos agigantados desde la posguerra debido a la emigración rural en busca de una vida mejor. Todos estos miles de habitantes, de clases populares empobrecidas, fueron recolocados en los llamados albergues provisionales (casas, con una superficie de unos 45 metros cuadrados, prefabricadas con tableros de material prensado y te

ALCALDE, SERVIDOR DE SU PUEBLO

Hay alcaldes y alcaldesas que son despedidos o añorados con mucho cariño,   es el caso de Tierno Galván, el viejo profesor, y de Manuela Carmena en Madrid ,  de Iñaki Azkuna en Bilbao o   Julio Anguita en Córdoba, por mencionar algunos ediles destacados. Hay un denominador común en todos ellos, llegaron a sus respectivas alcaldías como excelentes profesionales: catedrático de universidad, jueza, médico y profesor, respectivamente. También en estas personalidades confluyen el convencimiento de sus ideas y el amor a sus ciudades.   Aún recuerdo el entierro multitudinario de Tierno Galván en Madrid cuando toda la ciudad se echó a la calle para despedirlo. Había conseguido darle la vuelta a Madrid como un calcetín, colocándola en el cogollo de las grandes urbes europeas. Manuela Carmena, una gran señora, ha hecho el milagro de sanear las cuentas de un Ayuntamiento atrapado por la corrupción, al mismo tiempo que ha desarrollado una política social y medioambiental sin parangón en