Flores de almendro
Después de un frío y desapacible invierno las flores del almendro anuncian que otro tiempo más cálido y apacible ha llegado. Algo percibo en el ambiente de esta milenaria ciudad que me anima a pensar que algo se está moviendo, al igual que el viejo árbol recobra su vitalidad gracias a la savia vigorosa que lo inunda. Córdoba padece los síntomas que caracterizan a las ciudades con muchos años de historia: inmovilismo, fatalismo, senequismo, de ahí expresiones como el indolente "ea" que a veces damos por respuesta. Otra forma de manifestación tiene lugar a través de los que se pasan la vida llorando por las esquinas sin aportar nada, ni mover un solo dedo, ahogando sus penas en entretenimientos culinarios de fines de semana. Esta indolencia explica que un poder medieval, como es el cabildo catedralicio, haya llevado las riendas económicas de esta ciudad, mientras por las puertas de las sacristías periféricas salían los futuros ediles del poder político local. Sólo así se ...