NABIL
Nombre
de origen árabe que significa noble, honorable. Nació de noche como una
estrella aparece en el inmenso cielo al anochecer. Cuando los poderes de este
mundo están empeñados en atentar contra la vida y la naturaleza, el nacimiento
de muchos niñ@s como Nabil, son el aire fresco, la lluvia necesaria, la savia
nueva que nos hace recobrar la esperanza en un mundo donde el Amazonas no arda
y el Mediterráneo deje de ser un cementerio de vidas inocentes. Una esperanza
que pasa por una sociedad vacunada contra el racismo, el machismo y la
homofobia.
Hace una semana un buen
amigo, con motivo del nacimiento de Nabil, me escribía un bello mensaje: “Ahora
tenemos una razón más para luchar por dejar un mundo más limpio, sostenible y
justo a Nabil y a todos los de su generación”. Un mundo más solidario en donde
no tengan cabida dirigentes que atenten contra los derechos humanos.
Para ello seguiremos
comprometidos en construir la gran casa de la humanidad en la que el amor, la
justicia y la paz sean sus señas de identidad. Una casa donde hacer política
equivalga a la construcción de un mundo de iguales. Una casa donde los grandes
poderes económicos no empobrezcan la economía de las familias. Un hogar donde
la fraternidad sea la religión universal y donde a la persona no se le valore
por su cuenta bancaria, sino por sus valores humanos. Una casa respetuosa con
la identidad y las inquietudes de cada persona.
El mestizaje deberá ser el
denominador común de la nueva sociedad en la que viva Nabil y sus coetáneos. Un
mestizaje basado en la misma biología, que nos enseña la maravillosa evolución
desde el cambio que supone la interacción entre las diferentes formas de vida
para crear una mejor. ¿Qué hubiese sido de nosotr@s si la célula no hubiese
evolucionado? Seríamos simplemente bacterias.
Nabil tiene nombre árabe y
apellidos españoles, sus padres proceden de civilizaciones y religiones
diferentes, su piel y sus ojos reflejan las maravillosas combinaciones de la
genética. Y crecerá como un niño bilingüe para entenderse con sus familias a ambos
lados del Mediterráneo. Con su lenguaje y amor será puente de culturas,
encuentro de vidas, al contrario de los
que hacen de este mar una fosa de muerte y una condena de sueños. Por eso, mi
querido Nabil, seguiremos apoyando todos los Open Arms dispuestos a salvar
vidas, no callaremos ante las injusticias por muchas leyes mordazas que
intenten reprimirnos, denunciaremos a los gobiernos corruptos, nos vacunaremos
contra todo tipo de fascismo, nos sentiremos hij@s de la Madre Tierra,
defendiéndola de toda especulación que tienda a arrasarla.
Querido Nabil, cuando hayas
crecido y alcances la madurez de edad, y yo esté en la otra orilla del río de
la vida, espero que apenas veas diferencias económicas entre el Norte y el Sur,
espero que no haya monarquías y los gobiernos no tiranicen a sus pueblos,
espero que las fronteras y los brexit no llenen las primeras páginas de los
medios informativos, espero que las abuelas del otro lado del estrecho puedan
venir a ver nacer a sus nietos sin que ninguna ley de extranjería se lo prohíba.
Escucha Nabil la Nana de la
Cebolla de Miguel Hernández: “Alondra de mi casa, ríete mucho. Es tu risa en
los ojos la luz del mundo. Ríete tanto que mi alma al oírte bata el espacio (…)
Frontera de los besos serás mañana”.
Córdoba,
28 de agosto de 2019
Miguel Santiago Losada
Profesor y escritor
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