¿PLAN DIRECTOR PARA LA CONVIVENCIA Y LA MEJORA DE LA SEGURIDAD ESCOLAR?
La delegada provincial de educación,
Dolores Alonso, que participó en la reunión de la junta local de seguridad el
pasado miércoles, 5 de septiembre, dijo que el Plan Director para la Convivencia y la Mejora de la Seguridad Escolar ,
aprobado en diciembre de 2006 por los ministerios de Educación y del Interior,
“no es un plan corrector, sino preventivo”. Añadió que “en la prevención está
el éxito y no en la corrección”. Por otra parte, la señora alcaldesa consideró
tras dicha reunión que se trata de “un plan de siembra de valores con el fin de
que se normalice una convivencia adecuada”.
Nuestras
dos políticas, en sus declaraciones realizadas al diario Córdoba, ponían al
mismo nivel la entrada de la policía en los colegios para prevenir la
violencia, a través de charlas a la comunidad educativa, con otros programas de
la Junta de
Andalucía y del Ayuntamiento (programas sobre igualdad, cultura de la paz,
convivencia, absentismo, hábitos de vida saludables, educación para la
ciudadanía, política social).
Este
Plan Director, al igual que las declaraciones efectuadas por dichas
responsables institucionales, me deja además de preocupado, perplejo, por las
siguientes razones:
-
Estamos atravesando por un
momento histórico de recortes en los derechos civiles, sobre todo a raíz del
11S. La política neoliberal y bélica encabezada por Bush, por una parte, y
respondida por grupos terroristas a escala internacional, por otra, está desarrollando la sociedad de la
inseguridad y del miedo, en donde la educación en valores está siendo
sustituida por medidas y estrategias de tipo policial y militar para
salvaguardar la seguridad de la ciudadanía.
-
Nos estamos contagiando de la
sociedad de la inseguridad y del miedo a escala estatal y local. Cada vez son
más los guardias de seguridad, las cámaras de videovigilancia, los cerramientos
de urbanizaciones, las rejas y alambradas en los patios de los centros
educativos,…
-
Es preocupante que la propia
televisión pública emita programas, como el de “España Directo”, que sólo
conducen a la alarma social tarde tras tarde. En lo que va de año he escuchado
múltiples comentarios, sobre todo de personas mayores, atemorizadas de salir a
la calle por los contenidos de dicho programa que conducen al miedo y, en
algunos casos, a la xenofobia hacia personas que padecen la exclusión social.
-
Durante esta última década
las diferentes Administraciones han puesto en marcha una serie de programas,
según ellas, de carácter preventivo como la llamada policía de cercanía,
policía de barrio,… que venían a ser como la panacea a la hora de terminar con
la conflictividad social que genera la lacra de la exclusión. ¿Cuáles han sido
dichos resultados? La exclusión no se erradica con medidas policiales sino con
políticas sociales. ¡Cuántas veces habrá que decirlo!
-
Llevamos años criminalizando
a nuestros niños y jóvenes, incluso hay fiscales que quieren rebajar a los 14
años la edad penal para poder condenar a los adolescentes. La criminalización
de nuestros menores es la prueba más evidente del fracaso de nuestra sociedad.
En pocos años estamos pasando de proteger a nuestros niños a protegernos de
ellos. ¿Acaso no es para sentirnos avergonzados los adultos por tan tremendo
fracaso generacional?
-
Y, por último, lo que me
quedaba por ver. Después de veinticinco años, que llevo como profesional de la
enseñanza, no me puedo imaginar sentado al fondo de una de las aulas donde
imparto clase, escuchando con mis alumnos, una lección magistral sobre la
tolerancia y la resolución de conflictos impartida por un guardia civil o un
policía nacional. Con todo mi respeto, los cuerpos de seguridad del Estado no
están para prevenir, sino para reprimir, téngase en cuenta el significado más
objetivo de dicho verbo. Qué sentido tienen los departamentos de orientación,
las tutorías, los diversos programas educativos, los agentes sociales,… Este
tipo de medidas lo que provocan es una
mayor desautorización de los maestros y profesores. Lo que nos hace falta a los
profesionales de la educación es que se nos oiga, que no estemos continuamente
al arbitrio del gobierno de turno cambiando continuamente la Ley de Educación, llegar al 6
ó 7% del PIB para la educación, sobre todo para dotar a los centros educativos
del personal educativo necesario, según las características de la zona en la
que esté enclavado el centro, y de esta manera, poder desarrollar nuestro
trabajo en condiciones.
Señora
ministra de educación, señora consejera de educación, señora delegada de
educación planes o programas como éste no son el camino de la educación en
valores. Los niños no necesitan visitar cuarteles, ni montarse en carros de
combate,… lo que necesitan son espacios de tolerancia, paz, solidaridad. Los
niños no necesitan personas vestidas de uniforme que están al servicio del
ministerio del interior, lo que necesitan son personas de su confianza, que no
son otras que sus maestros y profesores. Maestros y profesores dispuestos a
educar en los valores de ciudadanía y a formar en las materias que los preparen
para ser unos buenos profesionales el día de mañana.
Y a todo esto:
¿Qué tienen que decir de ello los sindicatos de la enseñanza? ¿Qué opina la Junta de Personal Docente?
¿Qué opinan las diferentes comunidades educativas?
Miguel Santiago Losada
Profesor y Coordinador del Área de
Marginación de la APDHA
Córdoba, 6 de septiembre de 2007
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