VACUNARSE DE LA APOROFOBIA
Si vacunarse contra los virus es importante para la salud física, no lo es menos vacunar “el alma” contra la discriminación y el rechazo. La ideología desmarcada de la igualdad y la justicia social considera a la persona pobre o excluida responsable de su situación, no merecedora de tener un protagonismo activo en su dignificación, por lo que está sujeta a la benevolencia, a la beneficencia y a la caridad, en el mejor de los casos, o al desprecio y el rechazo en la peor consideración. La sociedad a lo largo de la historia ha estado fragmentada por los que viven y los que malviven, por los que nadan en la abundancia y los que rezuman miseria por los cuatro costados. Tanto es así que hoy cualquier ser humano que viene al mundo queda al arbitrio de un azar determinado por tres dígitos. El primero responde al lugar en el que nace. No es lo mismo nacer en Nigeria que en Canadá, o nacer en Francia que en Afganistán. Tampoco es lo mismo nacer en un barrio empobrecido que en uno de clase a...