Crisis, de valores e ideologías
Siempre me ha llamado la atención el rechazo que una persona pueda sentir ante alguien que sufre alguna enfermedad relacionada con las toxicomanías o presenta un aspecto deteriorado por estar en una situación de exclusión social. Son personas que sienten miedo al diferente, incluso por sus rasgos físicos, distintos a los nuestros, pero sobre todo por su empobrecimiento. Sin embargo, a estas mismas personas no les inquieta de la misma manera los casos relacionados con la corrupción, los blanqueos de dinero, las violaciones de los derechos humanos, etc. Hasta, incluso, pueden llegar a justificarlos. Haría falta hacerse la pregunta de por qué de estas actitudes que señalan a la persona desfavorecida y aceptan los comportamientos pocos éticos e injustos de los que mejor estatus social poseen. Por consiguiente, no es de extrañar que en nuestro Estado las cárceles estén repletas de seres humanos por haber cometido pequeños delitos, la mayor parte exentos de sangre, mientras que los que a