EL RESURGIR DE LA IDEOLOGÍA NAZI
Las causas de las corrientes migratorias no se pueden resolver desde postulados y respuestas simplistas por lo que debemos vacunarnos de los contenidos xenófobos y racistas emitidos a través de las redes sociales por el fascismo o la extrema derecha. Los militantes y seguidores de Vox aprovechan cualquier motivo a través de estas redes sociales, incluso las tragedias humanas, para emitir mensajes ofensivos contra la migración. Soy incapaz de comprender este tipo de reacciones contra una población indefensa que sufre una enorme tragedia. Dos pueblos norteafricanos, Marruecos y Libia, han padecido hace unos días la muerte de miles de personas causadas por fenómenos naturales, un terremoto y un ciclón. Marruecos ha sido sacudido por un fuerte terremoto causando hasta el momento 3.000 muertos y numerosas personas heridas. La tragedia del ciclón Daniel en Libia ha dejado cifras escalofriantes. Algunos medios estiman que pueden haber muerto 20.000 personas a las que sumar miles de desaparecidos. Mientras esto ocurría, la extrema derecha se hacía eco de noticias de medios afines según las cuales “el 72% de los franceses cree que los inmigrantes representan un riesgo para la seguridad del país”, vinculando la inseguridad a la inmigración. Incluso se difundió un vídeo de su portavoz, Jorge Buxadé, contra lo que llama “el modelo multicultural”.
Siguiendo el método deductivo de Descartes planteo una serie de cuestiones que comparto con los lectores. ¿Qué método de investigación se utiliza para sacar esos porcentajes? ¿Damos credibilidad a este tipo de encuestas que generan gruesos titulares? Aún así, y asumiendo que una parte nada desdeñable de la población cree tales titulares, cómo se puede pensar que unos cuantos millones de migrantes son la fuente de nuestros problemas, cómo una parte de la sociedad alfabetizada y supuestamente formada puede ver la migración como una amenaza para la población, por qué se criminaliza la migración, por qué tenemos miedo al diferente, sobre todo al diferente pobre. ¿Simpatizamos de diferentes maneras según la etnia, la religión, el continente, la clase social? ¿Hasta dónde llega la hipocresía de la población que piensa así cuando luego tiene una persona migrante que cuida a sus mayores, a sus hijos, le arregla el tejado, recoge la fruta del campo o le trae la pizza a casa? Me temo que el nazismo del siglo pasado, que actuó como un germen letal, se está expandiendo como una pandemia enfermando mentes, corazones y entrañas, generando exclusión, desigualdad e incluso muertes.
En un anterior artículo en este periódico ya escribí que las políticas
migratorias son responsables de la muerte de 52.000 personas ahogadas en el mar.
Las ONG´s han contabilizado este verano mil personas desaparecidas en aguas
mediterráneas. ¿Cómo no se le mueven las entrañas a Europa ante tantas muertes?
Muchos de los migrantes que llegan a nuestro país son internados en centros
como si fueran delincuentes, o son repatriados violando los derechos humanos.
Los que consiguen superar la muerte, el encarcelamiento y la expulsión, aún les
queda un largo recorrido burocrático debido a las injustas leyes y normativas
de extranjería.
La extrema derecha los señala como criminales, como los “otros”,
infundiendo el miedo al diferente (por ser pobre, profesar otra religión,
pertenecer a una etnia distinta a la europea…). Mensajes de fácil calado en una
Europa que se vuelca con sus propios refugiados, pero que cierra sus fronteras
a los “otros” procedentes, por las mismas causas, de Afganistán, Irak o Siria. Es
la ideología fascista que hace de las personas migrantes “chivos expiatorios”
de los problemas de nuestra sociedad, señalándoles como los culpables de
arrebatarnos los puestos de trabajo, colapsar la sanidad pública o ser los principales
receptores de las ayudas sociales. Las estadísticas demuestran la falsedad de
tales afirmaciones. Las crisis económicas son aprovechadas
para realizar esta política contra los más débiles, culpabilizándolos de los
males. Recordemos que nuestros emigrantes andaluces y españoles ayudaron a
levantar Alemania, a enriquecer otros países centroeuropeos y a comunidades del
norte del Estado español. ¿Acaso la población inmigrante no ha sido un factor
fundamental en transformar el erial almeriense en una huerta para Europa?
En el año 1912 solo el 3% de la población alemana votaba a partidos
antisemitas, sin embargo, Hitler consiguió darles la vuelta a estos resultados
imponiendo su ideología nazi y criminal. Hay que prestar mucha atención para que
los mensajes xenófobos, racistas, equívocos, falsos, criminales no intoxiquen y
llenen las urnas de un voto inhumano y excluyente, el de la mala gente, la
gente mala que cosifica al diferente y es capaz de abstraerlo de su condición
humana para sin pudor, aniquilarlo.
Córdoba, 15 de
septiembre de 2023
Miguel Santiago Losada
Profesor y escritor
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