ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS ENTRE RICOS Y POBRES
Es importante analizar cuál
ha sido el comportamiento electoral entre los barrios con mayor diferencia en
renta de nuestra ciudad. Por una parte, me he centrado en el devenir del voto
en los barrios cordobeses con menor renta, los que padecen una mayor
vulnerabilidad y empobrecimiento social: Palmeras, Moreras, entorno de la calle
Torremolinos y Guadalquivir; por otra, algunos de las zonas que gozan de una
mayor renta como Vallellano, Vista Alegre, Centro y Brillante. Esta diferencia
se traduce en cerca de 23.000 euros por hogar entre ambas tipologías de
barrios, según la agencia tributaria. Precisamente los barrios con mayor
pobreza y exclusión social de Córdoba se encuentran en el ranking de los quince
más pobres del Estado español, según los Indicadores Urbanos del Instituto
Nacional de Estadística (INE) de 2022.
El primer parámetro ha
sido la abstención (en Córdoba ha alcanzado el 41.64%) cuyo comportamiento es
muy desigual entre ambos tipos de zonas urbanas. Es muy alta en los barrios más
empobrecidos y muy baja en los sectores más ricos, alrededor de un 70% y un
23%, respectivamente. Indica el grado de frustración y postración de la
población más pobre y vulnerable con respecto a la más rica y empoderada. Una
población que sigue sufriendo la desigualdad social en un Estado Social y
Democrático de Derecho que después de más de cuarenta años sigue sin subsanar
su principal asignatura pendiente: las altas cifras de empobrecimiento y
exclusión social.
El segundo factor a
analizar, teniendo como fuente los datos ofrecidos por la Junta de Andalucía,
es el voto obtenido entre los partidos conservadores y de extrema derecha y los
que se sitúan en el ámbito de los llamados progresistas, PSOE y los ubicados a
su izquierda. En los barrios con mayor renta el voto obtenido se distribuye
entre más del 80% para los partidos del arco de las derechas y apenas un 14%
consigue la horquilla de los situados a la izquierda, personas que miran más
allá de su frontera del bienestar. Sin embargo, en los barrios con mayor
pobreza y vulnerabilidad los porcentajes no son tan extremos, alcanzando un 39%
y alrededor del 54%, respectivamente. Sin duda, la población más acomodada vota
contundentemente a los partidos que mantienen su estatus social. No en vano,
por poner un ejemplo, en las campañas electorales siempre se habla de bajar los
impuestos, lo que favorece claramente a estas capas de la sociedad. Sin
embargo, es muy significativo que, entre la población empobrecida, cuatro de
cada diez personas voten a partidos cuyas políticas están lejos de favorecerles.
Es como si esperasen un milagro del espectro político que más los constriñe en
su pobreza. De los 15 barrios con menor renta por habitante
de todo el país, 11 se encuentran en las ciudades andaluzas. Por sí solo, ese
dato sería lo suficientemente demoledor para considerar que el Gobierno de
Moreno Bonilla ha fracasado en ese supuesto avance de Andalucía. Según el
Informe FOESSA de Cáritas, la población en situación de exclusión social en
Andalucía se sitúa por encima de los dos millones de personas, de las que más
de un millón padecen de exclusión severa, cifra que ha aumentado siete puntos
durante el mandato de Moreno Bonilla.
Un tercer dato a tener en
cuenta es el comportamiento de voto que ha obtenido el partido de la extrema
derecha, VOX. En los barrios de mayor renta o más enriquecidos ha bajado el
porcentaje del voto aproximadamente un 3%, mientras que en los barrios más desfavorecidos
ha aumentado algo más del 8% de media. Un partido cuyo discurso dominante
consiste en estigmatizar y denigrar a la población más excluida y empobrecida,
sobre todo de origen migrante, auspiciando la guerra entre pobres, entre los
últimos y los penúltimos, sin mostrar ningún tipo de políticas que ayuden a
aliviar dichas situaciones.
La salida está en bajar a
la calle, hacer mucha pedagogía y anteponer los intereses de la población,
sobre todo más vulnerable, de los meramente partidistas, construyendo desde
abajo una base social sólida que actúe contra la desvertebración social que
padece Andalucía para luchar contra su dependencia económica, su alienación
cultural y su subordinación política. No podemos esperar que el zorro guarde
las gallinas.
Córdoba,
22 de junio de 2022
Miguel Santiago Losada
Profesor y escritor
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