EL ABRAZO POLITICO
El pasado miércoles podíamos ver en este
mismo periódico a nuestra alcaldesa abrazando a un bebé en la calle
Torremolinos. El motivo de la entrañable visita obedecía al comienzo de las
obras de urbanización de la calle Torremolinos, última fase del Area de
Rehabilitación de San Martín de Porres, inversiones urbanísticas que tanto el
Ayuntamiento como la Junta
de Andalucía están realizando en la zona.
La alcaldesa, durante su visita a la calle,
mantuvo una actitud maternalista advirtiendo a las vecinas allí presentes de
que "si no se cuidan las cosas, por más esfuerzos que hagamos desde el
Ayuntamiento, no sirven de nada" (Diario CORDOBA, 21/06/2006). Ese
tironcito de orejas bien valdría para otras zonas de la ciudad donde se
producen continuos desperfectos como por ejemplo la zona centro, desperfectos
que se subsanan sin ningún tipo de cuestionamiento.
Tal vez a lo que se refería la señora
alcaldesa es a que de poco servirán las inversiones urbanísticas si no van
acompañadas de una política social que evitara un verdadero chabolismo
vertical, y consiguiera una transformación personal y familiar de las personas
empobrecidas y excluidas de este entorno.
Si nuestros responsables políticos actúan
en clave electoralista tendrán que alcanzar objetivos a corto plazo; como por
ejemplo, la remodelación de una calle. Ahora bien, si lo que se pretende es la
transformación social de la zona habrá que invertir a largo tiempo con todos los
recursos que sean necesarios y con una calidad técnica y humana que alcancen
los objetivos deseados.
El bebé, fotografiado en brazos de la
alcaldesa en plena calle Torremolinos, podrá preguntarse dentro de algunos años
si el abrazo de la alcaldesa correspondía a un gesto más para seguir
manteniéndose en la Alcaldía
o, por el contrario, respondía a una inquietud política sincera. De ser lo
segundo, ¿seguirá el Ayuntamiento cortando el agua por impago de algún vecino,
en vez de tomar otras medidas, lo que podría provocar en el niño abrazado una
falta de higiene? ¿Acudirá el Ayuntamiento inmediatamente ante la aparición de
una plaga a desinfectar la zona, o el niño abrazado llegará a padecer una
enfermedad infecciosa por falta de medidas urgentes? ¿Posibilitará el
Ayuntamiento medidas sociolaborales para la inclusión de los padres y
familiares del bebé? ¿Obligará a su empresa municipal de vivienda, Vimcorsa, a
que determine perfiles adecuados a estas realidades para que el bebé cuando sea
mayor pueda irse a vivir a otro barrio si lo desea? ¿Se dejarán de tomar
medidas ejemplarizantes con los más pobres, muy dados a ello tanto el delegado
de Obras Públicas de la Junta
de Andalucía como el teniente de alcalde de Urbanismo, ambos pertenecientes a
partidos de izquierdas, y se harán cumplir las normativas de manera
ejemplarizante a los más pudientes de la ciudad?
Podríamos recordar una frase muy afortunada
de Eduardo Galeano cuando dice: "este sistema no da de amar, condenando
a muchos al hambre de abrazos". Esperemos que este abrazo sea sincero
y se traduzca en una verdadera apuesta política por una de las zonas más
depauperadas de la ciudad, que va mucho más allá de reurbanizar la calle.
* Coordinador del Area de Marginación de la APDH-A
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