NOS JUGAMOS LOS DERECHOS HUMANOS
Hace un año escribía en este periódico que nuestros diputados en el Parlamento andaluz y en el Congreso deberían estar unidos para defender los intereses de Córdoba. Les planteaba un plan de recuperación para Córdoba dada la débil realidad socioeconómica que sumerge a esta provincia en una profunda depresión. Hoy, en vísperas electorales, quiero ir más allá de las meras fronteras locales. Se aproximan dos citas electorales de mucha importancia, cuyos resultados marcaran diferentes tendencias: un giro a la derecha más ultraconservadora, un gobierno más o menos centrado en el mantenimiento y cumplimiento de lo establecido, o un gobierno que apueste decididamente por los derechos humanos de todas las personas que viven en el Estado español, sin olvidar sus obligaciones humanitarias con las regiones más empobrecidas del planeta. Si gana la primera tendencia ultraconservadora, mucho me temo que los derechos sociales alcanzados durante la democracia sufrirán un fuerte retroceso. La ap