LA ARBONAIDA ONDEA EN CÓRDOBA
Por
fin, y después de varios años reclamando un merecido homenaje para uno de los
símbolos de nuestra Andalucía, a partir del 27 de febrero veremos ondear la
blanquiverde en la Plaza de Andalucía. Al igual que nuestro universal Casco
Histórico tiene su mejor acervo en el sur, en la ribera del Guadalquivir,
nuestra ciudad tiene su mejor puerta en los barrios que conforman el distrito
sur, castigado por la injusticia social pero muy dignificado por sus buenas
gentes, que guardan lo mejor de un pueblo, como así se nos ilustró en los actos
que tuvieron lugar el pasado año con motivo de haberse conmemorado los 1200
años del motín del arrabal de Saqunda.
La
Arbonaida, nombre que recibe nuestra bandera y cuyo significado es blanca y verde en la aljamía (lengua romance andalusí)
recibirá su merecido homenaje en un año preñado de historia andalucista. Precisamente, fue el 1 de enero de 1919 cuando se
redactó el Manifiesto de Córdoba, denominado el Manifiesto de la Nacionalidad,
aprobado en la Asamblea Autonomista de Córdoba, el 25 de marzo de 1919. El
Manifiesto reconoce a Andalucía como una realidad nacional y una patria,
abogando a que se termine con la “vieja
España” (modelo Estado-Nación de la Restauración borbónica de finales del
siglo XIX). Los autores del manifiesto, entre los que se encontraban Blas Infante y
varios miembros de los Centros
Andaluces, asumen como referencia la constitución de la
Asamblea Federalista de Antequera de 1883 y la Asamblea de
Ronda de 1918. Para ello piden la convocatoria de Cortes Constituyentes
en la que todos los territorios puedan pactar la federación hispánica.
El actual Estatuto de Autonomía de Andalucía se
remite a este Manifiesto para justificar la expresión realidad nacional que aparece en
el preámbulo del mismo. El manifiesto hizo un llamamiento al pueblo andaluz: “Andaluces: Andalucía es una nacionalidad
porque una común necesidad invita a todos sus hijos a luchar juntos por su
común redención (…) Lo es también porque, lo mismo en España que en el extranjero,
se la señala como un territorio y un pueblo diferente”.
Al mes siguiente, el 17 de febrero de 1919, se escuchó por primera vez el grito de: ¡Viva Andalucía Libre! Sucedió en una gran manifestación en la que
participaron alrededor de 12.000 jornaleros y obreros, y cuyo encabezamiento
portaba una pancarta blanca con la única inscripción de ¡Viva Andalucía Libre!,
en reivindicación de una reforma agraria. Tal acontecimiento fue recogido por
el historiador y notario Juan Díaz del Moral en su obra Historia de las agitaciones andaluzas. Antecedentes para una reforma
agraria (1929).
Con el inicio de la primavera de ese mismo año se
celebraría el Congreso Andaluz de Córdoba (23 al 25 de marzo). La
Asamblea Regionalista de Córdoba se celebró en la sede del Centro Obrero Republicano de la capital. Junto
a la aprobación del Manifiesto de Córdoba, la Asamblea afirmó la existencia
indiscutible de la personalidad andaluza y el derecho a regirse por sí misma con
absoluta libertad, considerándola una nacionalidad. El segundo pilar de las
conclusiones de la Asamblea soberanista reconocería que el problema fundamental
de Andalucía es el de las tierras, injustamente repartidas durante la conquista
castellana. Este repartimiento supuso que los bienes de los andalusíes quedasen en manos de los miembros de la
nobleza y de la Jerarquía católica, siendo el origen de los grandes
latifundios de las campiñas andaluzas y del consiguiente empobrecimiento de su
población, acentuado tras la desamortización del siglo XIX, con la
consolidación de los terratenientes.
Hace 100 años (1919) que
se nos legó todo este espíritu cargado de valores humanos y de una identidad
que nos conduce a sentirnos un pueblo digno y orgulloso de su historia. Cada
vez que nos crucemos con la bandera andaluza hagamos memoria y actualicemos todos
estos acontecimientos para que nada ni nadie nos conduzca a tiempos pasados, y
podamos seguir proclamando el bellísimo lema andaluz, legado por la Asamblea de
Córdoba: “Andalucía por sí, para España y
la Humanidad”.
Córdoba, 22 de febrero de 2019
Miguel Santiago Losada
Profesor
y miembro de la Asamblea de Andalucía
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