Negar la historia de Córdoba
Desde que tengo uso de razón he escuchado y utilizado indistintamente los términos Mezquita, Catedral y Mezquita-Catedral. Cuántas veces he oído decir a mi padre "vamos a la Mezquita", o a mi madre "vamos a la Catedral para ver salir el Corpus". Con el tiempo nuestras calles se fueron llenando de rótulos de Mezquita-Catedral para indicar la dirección del monumento. Desde los inicios del actual siglo y con la llegada de nuevos prelados, la Mezquita-Catedral de Córdoba ha ido sufriendo un encorsetamiento cada vez mayor: control de los guías turísticos, llamadas de atención a cualquier ciudadano por el hecho de enseñar el monumento a familiares o amigos, falta de transparencia en la gestión económica, etc. Este proceso tuvo su máxima expresión en el año 2010 cuando apareció sólo el nombre de Catedral de Córdoba en toda la cartelería del monumento. De esta manera, se le niega al monumento su universal nombre de Mezquita, que fue como la Unesco lo inscribió en su cat