Rumanos: expulsión e integración
Ferreres en su cómic del Diario CORDOBA,
publicado el día 23 de septiembre, dibuja a dos viejecitos escondidos detrás de
una esquina viendo a un grupo de encapuchados perteneciente al Ku Klus Klan. Un
viejecito dice: "Tiene gracia que el partido con más chorizos por metro
cuadrado decida que hay que expulsar a los gitanos porque no cumplen con la
ley". A lo que el otro viejecito contesta: "Cualquier día vendrán a
por nosotros, por ser viejos y malvestidos".
Esta viñeta me trae a la memoria la famosa
cita de Martin Niemoeller: "Primero vinieron a buscar a los comunistas, y
yo no hablé porque no era comunista. Después vinieron por los socialistas y los
sindicalistas, y yo no hablé porque no era lo uno ni lo otro. Después vinieron
por los judíos, y yo no hablé porque no era judío. Después vinieron por mí, y
para ese momento ya no quedaba nadie que pudiera hablar por mí".
¿Qué pensarían Gandhi o Luther King,
asesinados por defender los derechos humanos, si hubiesen asistido a la sesión
plenaria del Consejo Europeo en la que hubo una tremenda bronca debido a la
expulsión de gitanos en Francia entre Durao Barroso y Nicolás Sarkozy? Se
quedarían perplejos al ver cómo la vieja Europa, en la que emanaron los derechos
humanos, adopta medidas xenófobas contra las personas más empobrecidas de su
territorio.
¿Por qué la UE que sufraga tantas obras públicas de elevados
costes presupuestarios no ha desarrollado una política social que dignifique a
la población gitana de Rumania y Hungría? Se hubiese dado respuesta, por una
parte a la inclusión social de estas personas en sus propios países y, en
segundo lugar, se hubiese evitado el rechazo por parte de los países a los que
han emigrado debido a su situación de miseria.
Mientras esta grave situación de injusticia
social ocurría, avalada por todos los presidentes de gobierno de la UE , incluido el socialista
Zapatero, la televisión francesa emitía un reportaje en el que se valoraba la
actuación de los servicios sociales del Ayuntamiento de Córdoba. La concejala
de Bienestar Social, Ana Moreno, llegó a decir que "se suma a la mención
como buena práctica de nuestro trabajo por parte de la Comisión Europea ,
y muestra cómo el trabajo desde la creación de derechos y la asunción de
responsabilidades integra satisfactoriamente a las minorías étnicas o
culturales y evita conflictos que de otra manera estarían en el orden del
día".
Sin embargo, esta labor de los servicios
sociales, que tiene una especial atención con los niños rumanos
escolarizándolos en las guarderías, se ve truncada cada vez que el alcalde de
IU firma una orden policial para levantar a un campamento rumano instalado en
alguna zona abandonada. Ello conlleva echar por tierra todo el trabajo
realizado por los equipos sociales. Curiosamente, esta cara de la moneda no se
visualizó en la televisión francesa.
Señor alcalde, con su derecha firma
levantamientos y con su izquierda propicia integración.
Es evidente que la coherencia en los
partidos de izquierdas ha emigrado y se ha hecho nómada, anda perdida e
itinerante, tal vez buscando nuevos espacios donde anidar.
* Profesor y presidente de la Asociación KALA
Comentarios
Publicar un comentario