CRISIS DE DERECHOS
"Estamos avergonzados de que en 2004
alrededor de 38 millones de personas estén viviendo con VIH/sida y luchando las
mismas batallas después de dos décadas", señaló la declaración oficial de la Conferencia Internacional
de Bangkok celebrada en julio. La situación es tan extremadamente grave que
podríamos calificar a la epidemia de crisis de derechos humanos como señala la
secretaria general de Amnistía Internacional (AI), Irene Khan. Esta
realidad presenta su máximo exponente en la Africa Subsahariana
que soporta una asfixiante deuda externa, pagando cada año 15.000 millones de
dólares, cuatro veces lo que los mismos países africanos gastan en salud y educación,
las dos mejores medicaciones para combatir el sida. La violación de los
derechos humanos que sufren, sobre todo los países del llamado Tercer Mundo,
acrecienta la vulnerabilidad de las personas al contagio, cebándose con los
sectores más excluidos de la sociedad. Precisamente, el factor de la injusticia
social o desigualdad social es el primero en impulsar la pandemia. Curiosamente
la Iglesia Católica
vive una fuerte esquizofrenia en este asunto, mientras unos/as se dejan la piel
luchando contra estas enfermedades e injusticias, otros, desde sus cómodos
despachos vaticanos, dictan normas morales alejadas y distantes de la sociedad
actual y que pocos son capaces de cumplir. No debemos pasar por alto nuestra
realidad más cercana. En Europa Occidental 580.000 personas padecen el
VIH/sida, de las que 6.000 murieron el pasado año. En nuestro país existe una
aceptable cobertura sanitaria y educativa, pero no olvidemos que el gobierno
del PP recortó las ayudas para las personas que padecen el sida. Es urgente que
el gobierno del PSOE devuelva este derecho a los enfermos/as, y ofrezca medidas
alternativas a los infectados/as que están presos/as.
Comentarios
Publicar un comentario