¿A QUIÉN CORRESPONDE LA GESTIÓN DE LA MEZQUITA?
La primera década del presente siglo ha sido nefasta para la gestión de la Mezquita. A medida que iba en aumento el número de visitantes, y las consiguientes ganancias en la tesorería del cabildo catedralicio, a los obispos de la diócesis cordobesa les molestaba cada vez más el origen andalusí e incluso la singularidad del monumento, copándolo de cuadros o muebles relacionados con la liturgia católica, atentando contra la belleza y originalidad del mismo. Llegarían al extremo de cambiar el relato histórico de la Mezquita en sus publicaciones, haciendo ver que sólo representa un paréntesis de 500 años en lo que siempre, según ellos y no demostrado académicamente, ha sido catedral. Erigieron museos en el interior del templo para demostrar la existencia de una hipotética basílica cristiana, supuestamente enclavada en el subsuelo de la aljama cordobesa, a través de piezas arqueológicas pertenecientes a la época visigoda. Para ello utilizaron una excavación arqueológica, a tres metros de