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EL QUE LO HACE LA PAGA

A raíz de los sucesos de Cataluña algunos dirigentes destacados del Partido Popular utilizan esta frase para condenar sin ningún titubeo al Gobern de Catalunya. Me llama poderosamente la atención este enunciado criminalizador pronunciado por políticos que manifiestamente se declaran creyentes, viéndolos en ceremonias religiosas, en todo tipo de procesiones, confesándose y comulgando. No entiendo como estas personas después de haber asistido a tantas misas y haber recibido tantas bendiciones eclesiales puedan pronunciar semejante afirmación. Se supone que tanto los que bendicen como los bendecidos son seguidores de uno de los maestros orientales más respetados de la humanidad, Jesús de Nazaret. Precisamente,  el Papa Francisco en una homilía del 23 de febrero de 2014 nos decía: “Jesús explica la nueva Ley contrapuesta a la venganza:   Han oído que se les dijo: ‘Ojo por ojo, diente por diente’. Pues yo les digo: ...si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra  (Lucas 6,

VERDAD Y DIÁLOGO

Señor Felipe VI, señor Mariano Rajoy, señor Pedro Sánchez, señor Puigdemont, desde mi sencilla condición de ciudadano del Estado español, andaluz y profesor no estoy de acuerdo con las decisiones que están  tomando como máximos responsables políticos, a raíz de la difícil situación que está viviendo el pueblo de Cataluña, y por ende, todo el pueblo de España. Nunca podría imaginar que en pleno siglo XXI, y después de 40 años de democracia, el Gobierno de España, respaldado por el principal Partido de la oposición y con la venia de la Casa Real, llegase a poder aplicar unas medidas que suspendiesen las Instituciones catalanas, una de las nacionalidades más importantes del Estado por su población, economía y cultura. Por otra parte, me pregunto qué intereses hay detrás de la suicida deriva independentista  liderada por las oligarquías catalanas, en una Europa de los pueblos donde sobran fronteras, con una sociedad catalana profundamente dividida y mayoritariamente dolida ante el tr

Una nueva hoja de ruta

El Estado español padece una serie de graves problemas que obligan a la búsqueda urgente de soluciones sociales y políticas. El empobrecimiento de la población, la corrupción, la territorialidad, los privilegios de la Iglesia católica y la Jefatura del Estado empujan a una gran reforma de la Constitución de 1978. El principal problema de este país es el que sufren millones de personas debido al empobrecimiento social que conduce, en muchos casos, a la exclusión. Esta grave realidad choca frontalmente con la primera cualidad que define a nuestro Estado: un Estado Social. Un Estado Social está obligado a que los derechos humanos sean el eje transversal y vertebrador del mismo, cuyo primer objetivo debería consistir en conseguir una distribución de la renta, entre todos los habitantes del Estado, lo más equitativa posible y deseable. Cuando el Estado no cumple con su primera cualidad, la social, es un Estado fraudulento para su ciudadanía, un Estado carente de salud democrática al no