¡QUÉ NO NOS MATEN LOS SUEÑOS!
El final de agosto, al parecer, nos trae aire fresco. Ya lo necesitábamos después de un verano sofocante de altas temperaturas que nos confirman el cambio climático, a pesar de que Donald Trump y sus secuaces hagan caso omiso a la segunda gran tragedia mundial. La primera es, sin duda, la muerte diaria de miles de personas a consecuencia del hambre, la sed, las enfermedades, las guerras y los atentados terroristas. En definitiva, las dos grandes tragedias son las dos caras de una misma moneda. En nuestro país seguimos conmocionados por el atentado terrorista de Barcelona, tremenda tragedia que nos salpica en nuestra propia piel. Todos nos hemos sentido Barcelona. Hemos visto y sentido como lo humano triunfa sobre ideologías e intereses que dividen, ponen muros y marcan fronteras entre la única especie humana que subsiste en nuestro planeta. A miles de kilómetros todos los días decenas e incluso centenares de seres humanos mueren a causa de la ideología fascista que mata, inspirad