Contra la fuerza ciega de la ignorancia
Hace algunas décadas no nos hubiésemos imaginado el retroceso político y social que nos embarga. Un avance de la extrema derecha, del fascismo, empezando por los Estados Unidos e Israel y terminando en Rusia. Hace tres años hubiese sido inconcebible pensar en una guerra en plena Europa o en una matanza de miles de niños y niñas en Palestina. No nos hubiésemos imaginado los parlamentos de países democráticos con porcentajes tan altos de grupos políticos xenófobos, racistas, homófobos, machistas, supremacistas del hombre blanco… Políticos, además, que en muchos casos se vanaglorian de su fe cristiana. Una gran desfachatez tomar el nombre de Dios en vano. Gente que no han leído el Evangelio o son unos cínicos de cuidado. Basta con dos pasajes del Evangelio para desmontar sus bulos y artimañas (Lc 6,20-26; Mt 25, 31-46). Traigo a colación el pensamiento del Padre de la Patria Andaluza, Blas Infante, en su libro La S...