PASAR EL VERANO EN CÓRDOBA

 

En una mañana del pasado mes de agosto fui con mi nieto de cinco años a la Ciudad de los Niños. Llegamos sobre las 11:30 y no pudimos acceder porque cerraban a las 12:00 con motivo del aumento de las temperaturas. En la misma puerta le propuse visitar el zoológico como alternativa, menos mal que una empleada del parque infantil nos advirtió de que el zoo durante el mes de agosto estaba cerrado. Mi nieto muy asombrado, a pesar de su corta edad, me dijo que nos fuéramos a casa pues todo estaba cerrado. De vuelta intenté pararme en algunos de los parques infantiles. Sin embargo, debido a la solanera que caía sobre ellos por la falta de sombras decidí volver a casa.

Pensé en los niños y niñas de Córdoba que no tienen la posibilidad de acceder a una piscina, de padecer la pobreza energética que les obliga a sufrir las altas temperaturas en sus hogares, de no poder ir a jugar en los parques infantiles debido a la falta de toldos que alivien los elevados grados del termómetro.

Córdoba, al igual que otras muchas ciudades, no dispone de playas que hagan agradable los meses vacacionales de verano a miles de familia. Solo las personas residentes en Córdoba con unas rentas que les permitan disfrutar del ocio podrán desplazarse a otros lugares.

Aprovecho una vez más este medio para pedirle al gobierno municipal que trabaje y se comprometa con las personas que más necesitan de servicios públicos debido a una economía familiar vulnerable. Una vez más reivindico una red de piscinas públicas por todo el cinturón de la ciudad, formado por barrios donde viven miles de familias que no pueden acceder a instalaciones veraniegas que mitiguen las altas temperaturas y disfruten del ocio en los largos meses del verano. Reivindico que los parques infantiles estén dotados de las sombras necesarias debido a las características del verano, y más teniendo en cuenta el aumento de las temperaturas a causa del calentamiento global. Propongo que las instalaciones infantiles de nuestra ciudad no cierren en verano para atender a la población que, debido a sus necesidades económicas, no pueden disfrutar de otros lugares en la temporada estival.

Urge un plan municipal para adaptar la ciudad de Córdoba a las altas temperaturas veraniegas. Haría falta una política de agua y sombras. En primer lugar, buscar todos los medios posibles para no derrochar el líquido elemento, empezando por un control exhaustivo de las piscinas privadas. Los parques y zonas ajardinadas deberían adaptarse a un diseño de vegetación propia del clima mediterráneo, al tiempo que las vías urbanas tendrían que construirse con materiales adaptados a las características climáticas de la ciudad. Córdoba está plagada de losas de granito oscuro que absorben una gran cantidad de calor. Durante los meses de verano los miles de personas que transitan por plazas como Tendillas o Corredera padecen los efectos de un auténtico horno. ¿Tan difícil resulta llevar a cabo un entoldado en, al menos, las zonas de la ciudad más transitadas? El que se pone actualmente es ridículo y una verdadera tomadura de pelo para la ciudadanía cordobesa y las personas que nos visitan. Y, como factor fundamental, es urgente un plan de arbolado que haga de Córdoba una isla ecológica que la proteja del calor extremo.

       Córdoba, 19 de septiembre de 2024

                                                          Miguel Santiago Losada (Profesor y escritor)

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