LA LLAMA DE LOS DERECHOS HUMANOS
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros” (art.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos). Precisamente este artículo vertebra el resto de los 29 de la carta magna: derechos fundamentales, derechos individuales, derechos sociales... Porque nos sentimos fraternos es por lo que podemos salir de la “caverna”, a través de dos principios o valores netamente humanos: la compasión (la pasión con) y la justicia. Sólo el “sentir con” nos hace reclamar la igualdad y la dignidad para todas las personas. Lo contrario nos hace retroceder a la caverna, donde la agresividad en su más pura esencia es el denominador común de la manada, la piara, el redil, la bandada... El personaje Amador de la película “Los lunes al sol” nos enseña magistralmente que somos siameses, estamos hechos de lo mismo, de tal manera que si un ser humano cae, arrastra al otro